jueves, 17 de abril de 2014

JUEVES SANTO


EL SERVICIO, PARTE DE NUESTRA AGENDA
Supongo que cuando Jesús lavaba los pies a sus discípulos en un día como hoy hace unos cuantos años, lo que quería no era proponer el Jueves Santo como el Día Mundial del Servicio: día para remangarse y ponerse el traje de faena. Va más allá de eso, es el día en que cobra todo su sentido una manera de vivir y de estar en el mundo: es el día en que Jesús se arrodilla y sienta las bases de una lógica del servicio que nos compromete a una vida entregada. Y yo creo que las Patronas reflejan a la perfección esa manera de situarse ante los otros.
Las Patronas son un grupo de mujeres del estado de Veracruz en Méjico, que desde el año 1995, tienen un compromiso de ayuda a los migrantes centroamericanos que viajan en “La Bestia”: el tren de carga que llega a los EE.UU. desde zonas como Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honduras… Salen a las vías que están al lado de sus casas, y con el tren en marcha les proporcionan agua, alimentos, información sobre sus derechos y sobre las instituciones que pueden ayudarles… pero sobre todo un hilo de esperanza.
El vídeo lo dice todo. Y es que el servicio no es sólo el servir, sino el cómo y desde dónde hacerlo. Servicio es acercarse a las vías del tren para estar al lado del que viaja, no en primera y con maleta, sino de pie entre vagones y con lo puesto. Es sembrar esperanza entre aquellos que huyen con miedo.
Servicio es tender una mano al que no tiene. Es olvidarse un poco de uno mismo para pensar en segunda persona. El servicio tiene sus riesgos: la Patrona está a punto de caer varias veces. Del mismo modo, nosotros corremos el riesgo de desgastarnos, de caer una y otra vez en guerras que no son las nuestras.
Igual que Las Patronas debemos saber hasta dónde podemos llegar. Hay tanta gente necesitada de que alguien extienda su mano que sería frustrante querer abarcarlo todo. Es más, servir es sembrar sin pensar en los resultados de nuestra acción (sólo 4-5 de cada 200 viajeros de “la Bestia” consiguen llegar a su destino). Lo importante no es lo que conseguimos, sino la oportunidad transformadora de nuestras actitudes.
Y lo más importante de este servicio al modo de Jesús es el compromiso. Servicio no es levantarse hoy con ganas de ayudar. Servicio es, como las Patronas, convertir en rutina la idea de colocarnos a los pies del otro, a su disposición. Es automatizar esta forma de actuar, sin perder con ello la chispa de lo novedoso, pues la fuente de la que bebemos y en la que nos  renovamos (nuestra fuente de energía) es inagotable. Es ir empapándonos de este estilo, de modo que este vaya tiñendo todas las facetas de nuestra vida.
Laura García Turrión y Sandra Marcos Palencia 

No hay comentarios: