martes, 25 de diciembre de 2012

NAVIDAD


 
Los creyentes de hoy, como los que nos han precedido y los del mañana, estamos invitados a acoger el misterio del Hijo de Dios hecho hombre, en medio de nuestro mundo, aquí y ahora: en nuestro barrio, en nuestros hogares y nuestras vidas.
Como parroquia, como comunidad de creyentes, estamos llamados a encarnar, a comunicar y compartir la vida de Dios, desde la solidaridad comprometida, desde la fraternidad expresada, desde la fe celebrada, desde la vida en comunidad, desde el sentido de Iglesia y desde la alegría, el consuelo y la paz de Dios.
Hay mil realidades que iluminar, hay mil maneras de hacerse presente, hay mil sueños que sacar adelante, hay mil esperanzas, hay mil posibilidades, y sobre todo hay futuro… porque hay Dios… y es tan grande que se ha hecho uno de nosotros abrazando nuestra pequeñez.
En nombre de la parroquia del Milagro de San José un fuerte abrazo en estos días tan entrañables.

Los "Jóvenes del Milagro" os deseamos
Feliz Navidad
 

lunes, 24 de diciembre de 2012

BENDITA TÚ



Bendita Tú, María
por salir a nuestro encuentro
y llevarnos ante el rostro de Aquel que nace en Belén;
por hacernos partícipes de tu gozo
y recordarnos que, el servicio,
es exigencia de la fe;
porque, ante los días de Navidad,
nos invitas y nos enseñas
a estar vigilantes y dispuestos a acoger
a Aquel que viene, pequeño y humilde. Amén.

sábado, 22 de diciembre de 2012

ADVIENTO ES...

Para mi, el Adviento es un periodo de preparación, un periodo para vivir la fe intensamente, vivir la fe con tus seres queridos, ya sea la familia, los amigos… y hacer lo mejor por ellos. Yo creo que el verdadero Adviento proviene del interior, del interior del corazón de cada uno, sea o no creyente. Hay gente que puede pensar que el Adviento es solo un período de preparación del nacimiento de Jesús exclusivamente para los cristianos. Pues se equivocan, Adviento es eso y mucho más. Adviento significa servicio a los demás, significa amor al prójimo, significa compromiso, y esto lo puedes hacer seas quien seas y creas en lo que creas.
Mi familia y yo vivimos al Adviento plenamente, con todos sus significados, y todos los años hacemos nuestro propio calendario de Adviento, con sus mensajes o fotografías que, aunque parezca una tontería, muchas veces esa frase que leíste al levantarte en tu calendario, te puede ayudar a superar el resto del día con una gran sonrisa, ayudarte a seguir adelante con tu día y, sobre todo, a disfrutar de éste al máximo.
 
Adrian Imaz
Grupo Juvenil V

jueves, 20 de diciembre de 2012

ADVIENTO ES...



Adviento es Esperanza. Por eso es mi tiempo preferido. Ese tiempo en que, como una embarazada en las últimas semanas, se prepara la llegada de lo nuevo. Es tiempo de ilusión, de luz, de cambio.
Pero también es un tiempo algo incómodo. No podemos seguir igual que antes, ya no llegamos a atarnos los cordones de los zapatos, necesitamos ayuda para algunas cosas, y deseamos tanto el alumbramiento que los días se hacen largos y pesados.
Por eso, en este tiempo conviene mantener el ejercicio, el movimiento, seguir caminando. Y caminar en campo abierto, donde se vea la luz del sol y las estrellas y no las luces artificiales.
Caminar buscando algún apoyo, uniendo manos y acompañándonos.
Como María en el Magnificat, con la certeza de que lo nuevo que llega es una auténtica revolución, que dispersará a los soberbios de corazón y enaltecerá a los humildes. Esta es la gran esperanza para los que sufren, la buena noticia.
Una esperanza materializada en el cuerpo calentito de un bebé, frágil, que empleará su tiempo para crecer, que no es inmediata, pero que nos alegra tanto el corazón que nos pone dispuestos a abrigar, a alimentar, a proteger…
Adviento es cuidar la Esperanza, que no nos la roben, que la podamos cantar a otros, que nos contagiemos de la alegría de saber que Dios está de nuestro lado, que es de los nuestros.
Belén Santamaría, Cáritas Diocesana de Salamanca

martes, 18 de diciembre de 2012

ADVIENTO ES...

Para mí, el Adviento es tiempo de esperar, tiempo de esperar al Señor que viene. Creo que muchas personas esperan otras cosas: regalos, alegrías que no están lejos… esperan otras muchas cosas. El tiempo de Adviento me hace reflexionar sobre la espera del Señor. Yo eso lo vivo prácticamente todos los días, y quiero continuar viviéndolo todos los días de mi vida. Quiero vivir esperando la acción del Señor.
El Adviento es esperar las cosas que el Señor puede hacer en nosotros. Muchas veces, por ejemplo, yo espero al Señor a través de acciones y de otras muchas cosas. Y sé que Él puede cambiar mi vida, Él puede cambiar mi situación, y yo tengo que esperar al Señor fielmente, porque sólo Él me puede hacer mejor.
Quiero compartir la experiencia que estoy viviendo ahora aquí, en Salamanca. Soy un joven brasileño que vengo de una familia muy humilde, que vive cerca de una favela muy violenta. Con el apoyo de mis padres y de mis amigos comencé a estudiar en la Universidad con las becas del Gobierno. Ahora, gracias a una beca del Banco Santander, he tenido la oportunidad de venir a estudiar a Salamanca. Sin embargo, mi beca no es suficiente, porque he tenido que pagar todos los gastos de pasaporte, billete de avión, hotel de los primeros días… además de los gastos del curso que estoy haciendo aquí. Yo sabía que la beca no sería suficiente para poder mantenerme aquí hasta que terminase el curso, el próximo mes de mayo. Entonces confié en el Señor y esperé en Él.
Cuando vine, lo hice con la certeza de conseguir un trabajo, de tener algo. Cuando llegué, la realidad social de crisis me hizo desanimarme, pero esperé en el Señor, entregué mi currículum, hablé con personas que conocía… hasta que al fin, conseguí una beca en mi área de informática. Esto me hizo alegrarme mucho en un principio: había conseguido un trabajo, una beca, y podría hacer 500 horas de mis prácticas. Pero al cabo de dos semanas, me sentía cansado. Era un trabajo de 40 horas semanales, con muchas cosas que hacer y programar.
Había dado gracias a Dios por esta beca, pero no estaba contento ni alegre, porque aunque la beca era buena, a mí no me gustaba. Le decía al Señor: “Yo no quiero trabajar así, quiero algo mejor, algo más sencillo que me permita tener tiempo para estudiar, para seguir participando en los grupos de jóvenes…”. Pero en un momento recapacité y pedí perdón al Señor, porque me estaba quejando y reclamándole, cuando estaba en un país donde no hay trabajo, donde la situación financiera de la gente es muy complicada.
Lo comparaba con una madre que, cuando su hijo pequeño quiere un videojuego, el mejor videojuego, y sus padres no pueden comprárselo, ahorran dinero para darle la felicidad a su hijo, y aunque no le compren el mejor videojuego, le compran el que pueden pagar… pero al niño no le gusta. Y al hacer esta comparación con mi vida, me veía reflejado en ella. En esta situación tan difícil, yo estaba quejándome por no tener lo que quería.
Aunque había decidido no hablar esta situación con el Señor, finalmente no aguanté más y lo hice. Le dije: “Señor, pongo mi corazón en ti, espero en ti Señor y te digo: hágase tu voluntad. Tú eres el que todo lo puede. Pongo mi felicidad en ti”. Los siguientes días no fui a trabajar y escribí a mi jefe contándole cómo me sentía, que ya no podía más, que me sentía agotado al final del día… Y nuevamente esperé en el Señor. Mi jefe me respondió diciéndome que no había ningún problema, que estuviese tranquilo, que en la empresa no había presiones, y que si tenía dificultad con mi trabajo y no podía compaginar las ocho horas con mis estudios, que sólo fuese a trabajar por las mañanas.
El Adviento es mucho más que esperar la Navidad, es esperar al que ha de venir, al que todo lo puede, al que nos escucha, al que hace su voluntad en nuestras vidas. La espera del Señor todos los días es el Adviento. Esperar en el Señor todos los días y en cualquier situación, y no solo para nosotros, también para nuestra sociedad, nuestra familia, nuestros amigos, nuestra comunidad… Tenemos que confiar más en el Señor, tenemos que esperar en el Señor y hablar con Él sobre nuestras situaciones, nuestras vidas… y esperar que Él pueda nacer.

Christian Charles
Comunidad de Jóvenes "Ignacio Ellacuría"
 

lunes, 17 de diciembre de 2012

ENVUÉLVENOS CON TU LUZ



En las tinieblas se encendió una luz,
en el desierto clamó una voz.
Se anuncia la buena noticia:
¡El Señor va a llegar!
Preparad sus caminos, porque ya se acerca.
Ya llega el mensajero.
Juan Bautista no es la luz,
sino el que nos anuncia la luz.
Cuando encendemos estas tres velas
cada uno de nosotros quiere ser
antorcha tuya para que brilles.
¡Ven, Señor, a salvarnos,
envuélvenos con tu luz!

sábado, 15 de diciembre de 2012

ADVIENTO ES...

 
El Adviento… qué época tan bonita, llena de significados… qué familiar. Una etapa que debería permanecer día a día en nuestras vidas, en nuestro corazón, que continuamente nos estemos preparando, tanto para la llegada del niño Jesús como para todos los que nos rodean. Entregarnos a ellos al igual que queremos que nuestros seres más queridos se entreguen a nosotros, sentirnos afortunados y saber escuchar.
Ahogados por la rutina, por los agobios… corremos sin parar, sin mirar a nuestro alrededor. Sin embargo, en el momento que Dios, representado en las caras de nuestras personas más amadas, se planta frente a nosotros, dejamos de correr, y nos paramos a mirar y observar de verdad, a sonreír, a sentir, a ser felices con lo que nos rodea, a aprovechar todo aquello que está a nuestro alcance y a disfrutar con lo que nos ofrece la vida. Una etapa de agradecimiento, de dar las gracias por el año vivido, sufrido y disfrutado, por todas las vivencias y, sobre todo, agradecer por el próximo año que nos espera: lleno de sentimientos, felicidad y, fundamentalmente, amor.
Hagamos de este Adviento algo fantástico, inolvidable y duradero. Que estas ganas de prepararnos y de vivir, permanezcan en nosotros durante todo el año, y el que viene, y el que viene… y todos los que quedan por venir. Que sepamos sonreír a todo lo que nos depara la vida, tanto a lo grandioso como a lo más complicado, que rebrote en nosotros la Esperanza, la Fe, el Amor, los reencuentros; que sepamos amar con locura, que ayudemos a los demás como si de nosotros mismos se tratara y que sintamos el Adviento y la Navidad como realmente son.
 
María Diego Sánchez
Comunidad de Jóvenes "Nuwanda"

jueves, 13 de diciembre de 2012

ADVIENTO ES...


 
Es difícil en esta época parar y pensar: ¿qué es el Adviento? En principio hay muchas cosas que nos alejan de vivir este tiempo de forma profunda y verdadera. Están las luces de Navidad, los árboles en todas las ciudades, las campañas publicitarias… ¿Pero quién se acuerda hoy del niño desnudo, sin nada, en medio del frío en un pesebre? Si ni siquiera la mayoría de los pesebres aparecen con la sencillez con la que Él vino a nuestro mundo.
Y hoy me alegro de poder decir, yo me acuerdo de ti Niño Jesús. Quizás sea porque me siento un poco como tú. Un poco perdida entre tantas cosas que no entiendo... como cuando Tú naciste, estaba escrito en tu nombre todo lo que pasaría. ¿Pero acaso, tú, en tu pequeñez, te hacías una idea? No, para mi está claro que no.
Y hoy hay tantas preguntas que me hago... y ahora estoy un poco perdida. No sé donde está mi lugar, estoy en medio de dos vidas tan diferentes... y tan separadas. Ahora y aquí en Bélgica, y el día en que celebre realmente tu llegada, en Salamanca. Ahora sin gente que viva la fe, sin familia, con amigos y conocidos que han compartido una pequeña parte de mi vida aunque sin duda será una parte muy importante. Luego, en Salamanca, con tanta gente que ya tiene un hueco en mi vida. Pero lo que nunca cambia, es que Tú estás en los dos sitios. No me importa donde vaya porque sé que a ti siempre te tengo... eres la roca que sostiene mi vida.
¿Y cómo vivo el Adviento en este caos? Este año está siendo un camino duro, largo e intenso pero gracias a vosotros, está mereciendo mucho la pena. Las preguntas no paran, las dudas tampoco... y en este camino voy creciendo, voy reconociendo el papel tan importante que Jesús tiene en mi vida, también el papel de vivir la Fe en comunidad y el hecho de que estar lejos también acerca. Acerca a buscar, a encontrar, a tener presente, a pedir, a dar gracias...
Y es cierto que poco a poco el momento se acerca, y la Navidad se va sintiendo. No solo por la corriente del tiempo, del clima... sino también la Palabra se aproxima al nacimiento... Pero en ese camino, también veo que conviene ir despacio, ir saboreandolo, ir viviéndolo profundamente, parándome en las pequeñas piedras, rocas, bancos que hacen que todo sea más intenso. Y también noto que frente a mis ganas de correr, está el sabor dulce de la espera, la ilusión, el rencuentro... y aunque también, no niego que hay un poco de miedo, noto su presencia tan cerca... y su susurro me hace retener unas palabras: “Estoy contigo, no temas”.
 
Alicia Curto, estudiante Erasmus en Bruselas
 

martes, 11 de diciembre de 2012

ADVIENTO ES...

 
Para mí, el Adviento es un tiempo de preparación que se presenta como un auténtico regalo.
Un regalo, ya que la espera del nacimiento de Jesús se nos hace de una forma pausada, sin prisas, presentándonos así un tiempo en el que no sólo experimentamos una gran alegría por lo que sabemos que vendrá, y por comenzar un nuevo año litúrgico con todas sus emocionantes etapas, sino que es un tiempo para perdonar, recapacitar y darse cuenta de todo lo que durante este año no ha llegado a funcionar y tendrás que cambiar.
Para mí es un tiempo interior, para mirar hacia dentro, como ya he dicho antes, pero a la vez es un período tan bonito que se hace imprescindible vivirlo en familia, con tu grupo de catequesis, tu iglesia, tu comunidad... porque sabes que algo grande está por llegar y ya no le falta nada.
Marta Martín
Grupo Juvenil V

lunes, 10 de diciembre de 2012

QUIERO SER UN CAMINO

 
Quiero ser un camino
por el que Dios pueda andar,
en el que Jesús pueda crecer,
en el que el Señor pueda reinar.

Quiero ser un camino
donde los hombres encuentren a Jesús,
donde mis amigos descubran alegría,
donde todo sea paz y esperanza.

Quiero ser un camino.
Sí, Jesús, quiero ser tu camino.
Un camino por dónde vengas,
un camino por donde hables,
un camino por donde sirvas,
un camino por donde salves,
un camino por donde toques,
un camino por donde nos abraces.

Quiero ser un camino,
camino tuyo, Señor.
 
 

sábado, 8 de diciembre de 2012

MARÍA, MADRE DEL ADVIENTO


 
Esta escultura, confeccionada en madera o piedra y llena de significado, está presente en todas las parroquias de la Prefectura Apostólica de Battambang (Camboya).
María sostiene en su regazo a Jesús que con los brazos abiertos nos da la bienvenida. Hay una tierna sonrisa bajo el cálido manto, de bondad y amor. En el medio de la figura, aparecen dos niños. El primero sujeta un libro que representa la sabiduría, la necesidad de discernir entre el bien y el mal. El otro toca una flauta para ofrecer arte, música y tradición en alabanza del Señor. En la parte inferior se presentan otros tres niños. Uno de ellos abraza e incluye en solidaridad a los otros dos que son discapacitados. Todos vivimos en el amor de Dios. El niño que está en una silla de ruedas con una paloma simboliza la paz. El que utiliza muletas y ofrece un ramo de flores recuerda el mandamiento más importante, el amor: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Las muletas y la silla de ruedas, se parecen a un sacramento que les devuelve su dignidad y pone en comunión a los hombres.
El manto de Nuestra Señora es una imagen de la familia a la que todos pertenecemos; la Iglesia. Todos estamos incluidos bajo este manto. En el suelo aparecen flores de loto. La flor de loto es la más emblemática de Camboya, símbolo de gloria, pureza y santidad.
Estas esculturas son talladas y moldeadas por artistas camboyanos con discapacidad; así se nos enseña que todos podemos ayudarnos mutuamente a acercar el amor de Jesús a nuestras vidas, independientemente de nuestra condición. Todos somos criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios, el Creador Supremo.
 
Mons. Enrique Figaredo sj
Publicado en el Anuario de la Compañía de Jesús 2012

jueves, 6 de diciembre de 2012

ADVIENTO ES...


Estábamos organizando en casa la Corona de Adviento. Pensaba en el significado que pueden tener cada una de las cuatro velas pero no hay un Wikipedia para ello, al menos válido. Es algo más, que afecta al corazón y no tanto a la cabeza.
El Adviento es tiempo de conversión, de mi conversión. Es tiempo de dejarse moldear por el alfarero; Jesús. Tiempo de dejar a un lado la teoría y esforzarse con la práctica, de agradecimiento, de valorar los pequeños detalles, de llevar la mirada más allá y de llenar todos los huecos vacíos.
En mí día a día, en este mes frío y oscuro de diciembre, se hace presente el Adviento como luz que ilumina la espera. La espera, de ese gran momento, que impacienta e inquieta, sobresale por encima de los regalos, anuncios y luces que van cubriendo la ciudad poco a poco a través de la esperanza. Esperanza en un mundo más justo, en que mejore la vida de los que nos rodean y de los que en estos momentos duros lo están pasando mal, en que salgan adelante los pequeños y grandes proyectos. Esperanza en que sepa llevar a la práctica “amaos los unos a los otros como yo os he amado” sabiéndome frágil y limitada.
Rezamos para pedir salud para el año que va a comenzar, para que sea un año como el anterior o algo mejor y, a veces, no nos paramos a pensar que debemos dejar el corazón abierto para que Él habite allí. La transformación también incluye oración. Una oración que debe tener un hueco en la rutina, pues Dios también se hace presente en ella. Parece como si nada cambiara en estos 25 días antes de la venida de Jesús al mundo, a la vida y a la historia de cada uno, pero realmente algo cambia. Algo se activa en nosotros. Algo nos va cambiando poco a poco. La oración nos prepara para algo grande.
El Adviento es un tiempo de crecimiento, no es algo sólo de este tiempo pero se aviva aquí para dar continuidad a lo largo del año. Conocer a Jesús incrementa mi fe y como decía Ignacio “para que conociéndole, más le ame, y amándole más le siga”. Conocerle mediante la oración y teniendo presente las experiencias tan diferentes e intensas como son el campo de trabajo con niños y los Ejercicios.
Al final, todo esto tiene su muestra en el amor, a través de la solidaridad, el compromiso con los demás, con mi familia, mis compañeros y amigos.
Adviento… tiempo de conversión, tiempo de impulso a la vida.
 
Irene Junco
Comunidad de Jóvenes I

miércoles, 5 de diciembre de 2012

ADVIENTO ES...


 
 
Llegó el Adviento, con sus luces, sus regalos, sus adornos, sus cenas de Navidad… y sus mil cosas en nuestros días… Pero ¿hemos descubierto el verdadero sentido de este tiempo?
El sábado pasado las Comunidades de Jóvenes del Milagro de San José, nos reunimos toda la tarde para compartir un rato de oración en el que meditar  esta cuestión en nuestras vidas.
Yo disfruté mucho de este parón en la semana. Durante ese ratito intenso junto a Dios, y gracias al testimonio de mis compañeros, cambié el chip y me comprometí a vivir este tiempo de una manera diferente.
Soy consciente de que necesito a Dios en mi vida, lo siento presente y Él es el que me ayuda a preparar mi corazón para el Adviento. No quiero dejarme distraer por aquellas cosas que ocultan el verdadero sentido de estos días. Quiero ser capaz de sentir la gran familia de Dios, de cuidar a los más descuidados, de encender luces de ilusión en las sombras, de anunciar  la buena noticia que llega, de transmitir la alegría de esta venida que esperamos…
Dios nos dice: “Vengo a tu mundo, a tu vida, a tu historia, para estar presente ahí. Vengo a ti”. Yo estoy dispuesta a prepararme para el nacimiento de Cristo, a esperar esta llegada con gratitud, alegría y viveza. ¿Y tú?
 
Sandra Marcos Palencia
Comunidad de Jóvenes "Ignacio Ellacuría"

sábado, 1 de diciembre de 2012

ADVIENTO 2012


 
Los días se van acortando, la oscuridad y el frio se adueñan de todo, nuestras calles y hogares comienzan a llenarse de luces y adornos... todo parece indicar que la Navidad está cerca... Pero aún nos queda un camino que recorrer. Aún tenemos que preparar nuestro corazón.
El Adviento comienza y nos invita a ponernos en pie y a alzar la cabeza, porque se acerca nuestra liberación (Lc. 21, 28).
Los Jóvenes del Milagro también queremos recorrer el camino del Adviento, y te invitamos a que lo hagas con nosotros. Durante este tiempo iremos colgando diariamente entradas que queremos nos ayuden a todos a ir preparando nuestra vida para el que ya está llegando.
Oraciones, imágenes, testimonios personales... todo nos puede ayudar a ir recorriendo el tiempo de Adviento. Siéntete con libertad para copiar, comentar, difundir...
¡Feliz Adviento!