lunes, 22 de diciembre de 2014

# OJALÁ

Ojalá saltara y supiera que Tu Mano me recogerá… Veo ante mí el abismo. Siento el frío en la espalda y el viento soplando en mi frente. Ojalá saltara, pero está tan lejos… y se ve tan oscuro… y soy tan pobre… y soy tan torpe… ¿Quién me he creído que soy? ¿Cómo llegué a pensar que yo podría saltar y hacer nuevas las cosas y salir de tanta mediocridad y volar y amar y creer y desear y compartir y liberar… Ojalá saltara, Pero ya ves que no puedo. No sirve de nada. Los demás seguirán dando vueltas sobre sí mismos, o repitiendo lo que otros nos dicen una y otra vez… Ojalá saltara, ¿pero para qué? Todo seguirá como siempre. Nada cambiará. Ni yo mismo. Pero, ¿y si fuera posible? ¿y si dijera que sí? Ojalá saltara…

¡Ojalá saltaras! ¿A qué esperas? No empieces con lo de siempre… No te encojas de nuevo. ¡Salta! ¡Soy Yo! ¿Nada hay imposible para Mí! Tú tampoco. Escucha tu corazón y encontrarás razones. Contempla la Humanidad y encontrarás urgencias. Camina con otros y encontrarás señales. ¡Es el momento! ¡Es la hora! ¡Salto contigo! ¡Ojalá saltaras! Desde tus entrañas, que son mías. No busques seguridad, sería tentación. No busques reconocimiento, sería tentación. No busques paz, sería tentación. ¡Ojalá hicieras caso de mis palabras… Serías tan feliz! (cf Is 18.19). Déjate llevar, levántate, salta, da el paso. Sólo un paso. Sólo así tus deseos se harán realidad, porque tus deseos están hechos a medida de Dios, porque son divinos y humanos, porque no caben en la realidad calculada, ¡la sobrepasan! ¡la renuevan! Que tu salto sea apuesta confiada, riesgo y aventura. La aventura de quien ama y se sabe tan amado, tan terriblemente amado y cuidado que nada le impide dejarse caer en Mis Manos. Te estoy esperando.

viernes, 19 de diciembre de 2014

POR QUÉ TE ESPERO


Este es el tiempo de la espera. Espera María, tras decir: «Hágase». Espera José, confiando en el Dios de los sueños. Esperan los magos, ya en camino tras una estrella. Espera, con miedo, Herodes, atrincherado en sus muros. Esperan los pastores, que no tienen nada que perder. Esperaron los hombres y mujeres de ayer, y esperamos los de hoy. Que vengas. Que toques nuestra vida. Que llenes el mundo.

lunes, 15 de diciembre de 2014

# OJALÁ

Ojalá apostara… ¡Qué tristeza contemplarme tan predecible, tan plano, tan en blanco y negro! Se agota mi saldo. Mi vida está en números rojos. Y, hoy, más que nunca, presiento que tengo que jugar todo a una carta. Como siempre. O casi siempre. Jugarlo todo. Arriesgar todo. Apostar a la vida y no a la muerte. Apostar a la alegría. ¡Qué ingenuidad!, me dirán unos. ¡Qué superficial!, afirmarán otros. Y yo apostando, Señor de la Vida. Y yo apostando: mis dones y mis fobias, mis traumas y mis logros mis luces y mis sombras. Todo lo apuesto por Ti. Ojalá apostara… Nada deseo más.

Ojalá supieras cuanto gozo en tu presencia. Ojalá pudieras verme danzando junto a ti (cf. Sof 3,17) porque tú me llenas de alegría. Sí, has oído bien: tú a Mí, tu Dios y Señor. ¿No pensarías que mientras tú deseas y apuestas y tropiezas, Yo me mantengo impasible contemplando cómo transcurre el tiempo? ¡No! Eso se parece más a un relojero suizo que al Dios y Padre de Jesús! ¡Ríete!, ¡sonríe!, ¡no dejes de apostar por la alegría! Estoy cerca, más cerca de Ti de lo que piensas. Tú vales mucho para mí (Is 43,4). Mucho más de lo que piensas. Apuesto por ti todo. Hasta a mí mismo, hasta mi sangre y mi cuerpo. Mi vida. No dejes de apostar. Porque te quiero. Y no dejaré de repetírtelo. Más lo haré cuanto más dudes, cuanto más te dañen, cuanto más te abandones. No lo hagas. Porque dejar de apostar por ti sería tanto como negarme a Mí, Amigo de la Vida.

viernes, 12 de diciembre de 2014

ADVIENTO, DÉJATE SORPRENDER


Estamos en Adviento, y se nos sigue invitando a dejar espacio a Dios en nuestras vidas. Una oportunidad para escuchar de nuevo su promesa. Promesa de nueva vida, de un nuevo aliento. Uno  puede acoger este tiempo desde la rutina (un año más, ahora toca repetir las palabras, el 'Ven, Señor', la espera...); o hacerlo abriéndose a la sorpresa. ¿Qué nos traerá como llamada, como posibilidad, como grito para despertarnos? ¡Ábrete a lo nuevo!

martes, 9 de diciembre de 2014

# OJALÁ


Ojalá arriesgara. Ojalá no calculara tantos los resultados. Ojalá valorara más los intentos, los aciertos parciales, los errores superados… Ojalá supiera abrirme en canal y me entregara sin esperar recompensa, como quien ama, como quien duda, como quien cree. Inmaculadamente, sin mancha de egoísmo ni seguridad estéril. ¿Por qué no lo hago? ¿qué me lo impide? ¿Acaso no soy yo misma quien me limito y pongo trabas y miedos y medidas? ¿Acaso temo tanto la aridez del desierto que no veo fuentes ni recodos de descanso? ¿Será el miedo a equivocarme lo que me impide arriesgar? ¿Valdrá más querer contentar al mundo que gozar la vida y entregarla para siempre?
Ojalá no temas. Ojalá arriesgues. Ojalá dejes de añorar las ollas de carne que te mantenían esclavo en Egipto (cf Ex 16,3) porque ser libre no tiene precio aunque asuste, aunque pese. Porque arriesgarse es garantía de libertad y libertad es nombre de Dios (2 Cor 3,17). Ojalá desterraras tus ojalás de muerte, de remordimiento, de cobardía. Ojalá abras espacio en tus entrañas a la Vida, a lo desconocido, a lo que te da miedo. Porque ahí te estoy llamando, ahí te busco, ahí te salvo, ahí te engendro. Ojalá te arriesgaras. Descubrirías que ningún fuego te quemará, ni las aguas te anegarán. Porque Yo estoy contigo (Is 43,1-2) Y tu mejor deseo, cumplido, es mi vida.

lunes, 8 de diciembre de 2014

MARÍA, MADRE DEL AMOR INCLUSIVO


Esta escultura, confeccionada en madera o piedra y llena de significado, está presente en todas las parroquias de la Prefectura Apostólica de Battambang (Camboya).
María sostiene en su regazo a Jesús que con los brazos abiertos nos da la bienvenida. Hay una tierna sonrisa bajo el cálido manto, de bondad y amor. En el medio de la figura, aparecen dos niños. El primero sujeta un libro que representa la sabiduría, la necesidad de discernir entre el bien y el mal. El otro toca una flauta para ofrecer arte, música y tradición en alabanza del Señor. En la parte inferior se presentan otros tres niños. Uno de ellos abraza e incluye en solidaridad a los otros dos que son discapacitados. Todos vivimos en el amor de Dios. El niño que está en una silla de ruedas con una paloma simboliza la paz. El que utiliza muletas y ofrece un ramo de flores recuerda el mandamiento más importante, el amor: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Las muletas y la silla de ruedas, se parecen a un sacramento que les devuelve su dignidad y pone en comunión a los hombres.
El manto de Nuestra Señora es una imagen de la familia a la que todos pertenecemos; la Iglesia. Todos estamos incluidos bajo este manto. En el suelo aparecen flores de loto. La flor de loto es la más emblemática de Camboya, símbolo de gloria, pureza y santidad.
Estas esculturas son talladas y moldeadas por artistas camboyanos con discapacidad; así se nos enseña que todos podemos ayudarnos mutuamente a acercar el amor de Jesús a nuestras vidas, independientemente de nuestra condición. Todos somos criaturas hechas a imagen y semejanza de Dios, el Creador Supremo.
Mons. Enrique Figaredo sj
Publicado en el Anuario de la Compañía de Jesús 2012

viernes, 5 de diciembre de 2014

IGLESIA EN SALIDA. PROPUESTA DE ADVIENTO Y NAVIDAD


“Iglesia en salida” es la propuesta que nos hacen desde el Centro Arrupe (JesuitasValencia) para el tiempo de Adviento y Navidad. Es tiempo de “buscar y hallar” aquellos caminos que el Espíritu señala a cada uno, a la comunidad cristiana. Nos queremos disponer a iniciar esta andadura desde la certeza que es el Espíritu quien renueva, sacude e impulsa a la Iglesia en una audaz salida fuera de sí para evangelizar a todos los pueblos (EG 261)
¿Qué es una Iglesia en salida, una Iglesia que sale de sí misma? El mismo Francisco lo aclara utilizando cinco verbos: primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar (EG 24). Estos verbos son los cinco caminos que proponemos transitar a lo largo de este tiempo que iniciamos.
Al inicio de cada semana de Adviento nos harán la propuesta correspondiente siguiendo las pistas que Francisco nos ofrece en su Exhortación, “La alegría del Evangelio”. La última propuesta será para el tiempo de Navidad.

martes, 2 de diciembre de 2014

# OJALA


Ojalá confiara… Siento el peso de mis propias penas y desconfianzas. Me aprietan la garganta y no me dejan respirar… Ojalá confiara más… En mí, la gente, en Dios, en el futuro… Ojalá creyera que es posible, que todo no está perdido…

¿No ves que sin escucha no hay confianza? Ojalá me escuchases y caminaras por mi camino… ¿No ves que sin camino no hay meta alguna? Escúchame… Yo estoy contigo, te conozco mejor que tú mismo. Escúchame… ni siquiera te hablaré de mí, sino de ti, de tus ojalás dormidos y balbucientes. Si me escucharas, te escucharías más y te cuidarías más, y te querrías más… Por eso crecería tu confianza y respirarías mejor y con más alegría. Confía en mí. Yo me fio de ti. Deja en mis Manos tus asuntos. Yo los cuido. Yo te cuido. Tú confía. ¡Y respira! ¡desea! ¡camina! Escúchame y mis palabras será luz para tus pasos. Porque te quiero. Porque te conozco. Porque te deseo. No duermas, amigo. Despierta y vela. Confía.

lunes, 1 de diciembre de 2014

+ IGLESIA, SUMAMOS?



El pasado fin de semana (del 21 al 23 de noviembre) tuve la oportunidad de disfrutar de un regalazo: un grupo de jóvenes de distintas provincias españolas tuvimos la suerte de compartir tres intensos días de experiencia de comunidad en Salamanca.
Los días giraron en torno a la temática de la Iglesia. Hubo tiempo para recordar nuestra historia personal de Iglesia, replantearnos el papel que jugamos en ella (como individuos, como colectivo joven, cada uno desde nuestros grupos…), para soñar juntos la Iglesia que queremos construir y que queremos vivir. Hubo tiempo para sentir que juntos sumamos, que en Comunidad se hace más fácil llegar a las fronteras, a los últimos. Tiempo para el testimonio de Alfonso y Belén sobre cómo vivir la Iglesia en familia  y tiempo para entender lo que supone hacer de nuestra vida una Eucaristía (“partirnos y repartirnos” como lógica de vida).
Personalmente ha sido una experiencia muy enriquecedora por varias razones. Primero, por el impulso que supone poner cara a esos otros “locos” comprometidos por el Reino, que son compañeros de ilusiones, de sueños y proyectos. Sentirse pequeño, pero a la vez sentirse con la fuerza de quien no camina solo, sino al lado de muchos y tras los pasos de Aquel que nos guía.
Por otra parte, estos encuentros tienen también un punto de “tocar” algo personal, que quizá estaba dormido o en conflicto, y que de repente encuentra luz en lo vivido y compartido por alguien, ya sea en un momento de compartir propiamente o en el compartir más cotidiano sentados en la misma mesa.
Por último, tengo que agradecer a la CVX la preparación del encuentro, por cuidar cada detalle, por el tiempo empleado. Porque otra de las cosas por las que me siento enriquecida y agradecida es porque todos los talleres y dinámicas me han llevado a cuestionarme algo, a buscar, a aterrizar lo rezado en mi propia vida.
La sensación final es de Comunidad cercana, que quiere crecer hacia dentro de la persona, hacia los Otros y hacia el Otro. Me queda un sentimiento de responsabilidad, de MAGIS. Me quedan muchos interrogantes, pero la confirmación de que este es el camino. Quiero buscar mi lugar, aquel en el que mis talentos puedan ser mejor aprovechados para otros. Y además, tengo claro, que esa búsqueda tiene que ser compartida, porque es en ese buscar con otros donde se alimentan otras búsquedas, donde me quiero complicar la vida para hacerla más vida.

Laura García, Comunidad de Jóvenes "Ignacio Ellacuría"