martes, 2 de marzo de 2010

TE RETIRABAS A ORAR


Jesús, siempre que tenías una situación especial, te retirabas a orar, a hablarlo con tu Padre. Así quiero hacer yo, vivir la vida en diálogo contigo, para conseguir que mi vida sea una historia de Amor, comprometida con el bien de la humanidad, impulsando la mejor manera de vivir y siendo luz par la historia personal de los otros.
Cuando hago silencio para escucharte, me dinamizas por dentro, me ilusionas, me ayudas a ver claro cómo debo actuar y me llenas de misericordia infinita.
Quiero despertar el día en tu compañía, vivir sintiendo tu presencia y tu mensaje, tratar al otro como hijo tuyo y hermano mío, implicándome en trabajar por la justicia y el amor, siendo tu presencia transformadora en mi entorno.
Soy frágil, pero contigo, todo lo puedo, Señor. Tú eres mi descanso y mi sosiego. Sé bien de quién me he fiado.

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