¿Y cómo diría yo
lo que un ángel desbarata?
Fue como tener seguras
las paredes de la casa
y en un vendaval sin ruido
ver que el techo se levanta
y entra Dios hasta la alcoba, diciendo:
“Llena de gracia,
no me levantes paredes
ni pongas muro a tu casa
que por entrar en tu historia
me salto yo las murallas.
Si Virgen, vas a ser madre
Si esposa, mi enamorada.
Si libre, por libre quiero
que digas: “He aquí la esclava”.
“He aquí la esclava”, le dije
y se quedó mi palabra sencilla
sencillamente arrodillada.
José Luis Blanco Vega sj
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