Todos necesitamos querer y sentirnos queridos, pero para eso
necesitamos esperar y estar bien atentos a nuestro interior y a la realidad que
nos rodea.
Nos pasamos la vida esperando cosas que deseamos. Queremos crecer,
abrazar, perder el miedo, sentirnos bien, que nos quieran, dar más de nosotros
mismos… Pero nos pasamos la vida esperando a que llegue alguien que nos llene y
nos quiera, olvidando lo que ya existe en nuestra vida cotidiana que está
repleta de Su Presencia.
Esto sólo pasará si estamos vigilando atentos y vivimos profundamente
el momento. ¿Por qué no buscamos en lo sencillo de nuestra vida? ¿Por qué
anhelamos una realidad que esperamos? ¿Por qué no apostamos y nos dejamos la
vida en lo que ya tenemos dejándonos sorprender por ello?
Esa espera sería más real, más sentida, más sorprendente y más
verdadera. ¡Vigilad cada paso de vuestro camino! Dejaos sorprender y vivir cada
instante sin esperar grandes acontecimientos, dejando a un lado promesas que no
se cumplen. Porque siempre habrá algo sencillo pero intenso a la vez por lo que
apostar y que ya está justo a nuestro lado.
Lourdes Ramajo
No hay comentarios:
Publicar un comentario