A pesar de haber perdido su trabajo, Michel
vive feliz con Marie-Claire, su esposa desde hace treinta años. Sus hijos y sus
nietos los llenan de alegría. Tienen amigos muy cercanos. Están orgullosos de
sus actividades sindicales y políticas. Sus conciencias son tan transparentes
como sus miradas. Pero ese bienestar salta por los aires cuando dos hombres
armados y enmascarados los golpean, los atan y se fugan con sus tarjetas de
crédito.
En la película vamos a descubrir que no es fácil
mantenernos firmes, en nuestros principios, cuando la vida no nos lo pone nada
fácil. Nuestros cimientos más fuertes se tambalean cuando nos sentimos heridos
en lo más hondo de nuestro ser.
La vida, hoy, no nos lo pone fácil y sin
embargo una vez más, el Adviento nos
ayuda a entender que tenemos que estar alertas, en vela, para no dejarnos
envolver por el pesimismo dominante, nos recuerda que tenemos la misión de ser
transmisores de esperanza y de creernos, de verdad, que las cosas se pueden
hacer de otra forma, más justa, más humana. ¿Te apuntas?
Lola Apolo
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