Para mí el Adviento es una época especial. No es para menos puesto que
es mi tiempo de espera y preparación para la venida del Salvador.
En el Adviento se mezclan varios sentimientos. Sentimientos de
esperanza, alegría y renovación. Éste último sobretodo vinculado a la familia,
en la que resurgen de nuevo lazos más fuertes.
Evidentemente en el Adviento me planteo y replanteo cuestiones, dudas
y miedos que disminuyen con la mencionada esperanza pero que siguen estando ahí
y algunas noches hacen que me desvele. Algunas de mis dudas son:
¿En qué apoyo mi esperanza? ¿Confío en mi misma? ¿Confío en el hombre
y en el progreso? ¿Me comprometo lo suficiente con los problemas? ¿Qué hago yo
para que las cosas cambien, para hacer más creíble la esperanza?
El Adviento nos trae deseos y presencias. Cuando cultivas la
esperanza, Cristo se hace presente.
Para mí el tiempo de Adviento consiste en LIMPIAR, ORDENAR, DECORAR y
ALEGRAR el alma mientras espero a Jesús.
Helena Martín, Comunidad de Jóvenes "Nuwanda"
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