EL SERVICIO, PARTE DE NUESTRA AGENDA
Supongo que cuando Jesús lavaba los pies a sus
discípulos en un día como hoy hace unos cuantos años, lo que quería no era
proponer el Jueves Santo como el Día Mundial del Servicio: día para remangarse
y ponerse el traje de faena. Va más allá de eso, es el día en que cobra todo su
sentido una manera de vivir y de estar en el mundo: es el día en que Jesús se
arrodilla y sienta las bases de una lógica del servicio que nos compromete a
una vida entregada. Y yo creo que las Patronas reflejan a la perfección esa
manera de situarse ante los otros.
Las Patronas son un grupo de mujeres del estado de
Veracruz en Méjico, que desde el año 1995, tienen un compromiso de ayuda a los
migrantes centroamericanos que viajan en “La Bestia”: el tren de carga que
llega a los EE.UU. desde zonas como Nicaragua, Guatemala, El Salvador,
Honduras… Salen a las vías que están al lado de sus casas, y con el tren en
marcha les proporcionan agua, alimentos, información sobre sus derechos y sobre
las instituciones que pueden ayudarles… pero sobre todo un hilo de esperanza.
El vídeo lo dice todo. Y es que el servicio no es
sólo el servir, sino el cómo y desde dónde hacerlo. Servicio es acercarse a las
vías del tren para estar al lado del que viaja, no en primera y con maleta,
sino de pie entre vagones y con lo puesto. Es sembrar esperanza entre aquellos
que huyen con miedo.
Servicio es tender una mano al que no tiene. Es
olvidarse un poco de uno mismo para pensar en segunda persona. El servicio
tiene sus riesgos: la Patrona está a punto de caer varias veces. Del mismo
modo, nosotros corremos el riesgo de desgastarnos, de caer una y otra vez en
guerras que no son las nuestras.
Igual que Las Patronas debemos saber hasta dónde
podemos llegar. Hay tanta gente necesitada de que alguien extienda su mano que
sería frustrante querer abarcarlo todo. Es más, servir es sembrar sin pensar en
los resultados de nuestra acción (sólo 4-5 de cada 200 viajeros de “la Bestia”
consiguen llegar a su destino). Lo importante no es lo que conseguimos, sino la
oportunidad transformadora de nuestras actitudes.
Y lo más importante de este servicio al modo de Jesús
es el compromiso. Servicio no es levantarse hoy con ganas de ayudar. Servicio
es, como las Patronas, convertir en rutina la idea de colocarnos a los pies del
otro, a su disposición. Es automatizar esta forma de actuar, sin perder con
ello la chispa de lo novedoso, pues la fuente de la que bebemos y en la que
nos renovamos (nuestra fuente de
energía) es inagotable. Es ir empapándonos de este estilo, de modo que este
vaya tiñendo todas las facetas de nuestra vida.
Laura García Turrión y Sandra Marcos Palencia
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