En estos días no es raro
ver alguna bruja por la calle, calabazas en los bares de copas o alguna momia
despistada por nuestro barrio. Y es que aunque Halloween es una tradición
estadounidense, actualmente se ha extendido por muchísimos países. Especialmente
entre los más jóvenes, Halloween es una excusa más para organizar fiestas y
pasarlo bien.
No es casualidad que
Halloween coincida con las fiestas cristianas de todos los santos y los
difuntos. De hecho ese es uno de sus orígenes. Y esta tradición, la de recordar
a las personas que nos han precedido, es muchísimo más antigua que Halloween,
aunque ahora no esté tan de moda como la fiesta de las calabazas.
En nuestra cultura miramos
mucho al futuro, pero cuesta más mirar al pasado ¿Qué sentido puede tener
recordar a las personas que ya no están con nosotros? La Iglesia, desde el
principio, se preocupó mucho de mantener viva la memoria de los mártires y de
personas cuyas vidas dejaron huella en la comunidad. Y es que gran parte de lo
que somos se lo debemos a muchas personas que nos han precedido y que nos han
transmitido conocimientos, cultura, fe, amor… Cuando nos encontremos esos
motivos de Halloween, tanto si nos gustan como si no, puede ser una llamada a
traer a la memoria a algunas de esas personas especiales que han marcado
nuestras vidas y darle gracias a Dios por ellas.
Fuente Pastoralsj
No hay comentarios:
Publicar un comentario