En una sociedad como la nuestra, parece que nada se tiene que hacer
esperar. Todo lo podemos conseguir de forma inmediata, en cuanto lo deseamos.
Pero hay situaciones y heridas en la vida que requieren su tiempo de curación.
Donde las soluciones no llegan por arte de magia ni de forma automática.
En este Sábado Santo te invitamos a orar sobre esos tiempos de
silencio, duda y proyectos rotos. Que ojalá también sean momentos para empezar
a construir nuevos sueños y dejar que la esperanza arraigue fuerte en nosotros.
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