Al acabar un curso de formación cristiana para adultos en un barrio popular de Cochabamba, Bolivia, una mujer que asistía al curso exclamó: “¡Diosito nos acompaña siempre!”. Esta exclamación constituye una verdadera profesión de fe, semejante a la de aquella mujer que mientras Jesús hablaba le dijo: “¡Feliz la que te dio a luz y te crió!” (Lc 11,27).
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Víctor Codina, sj: "Diosito nos acompaña siempre, o el credo de los pobres"
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